La Selección de Portugal ya está en cuartos de final de la Copa del Mundo y se enfrentará a Marruecos, la sorpresa del campeonato, con el objetivo de alcanzar la victoria de la misma manera que lo hizo anoche frente a Suiza. Si eso sucede, los portugueses se pondrán a un solo partido de escribir el capítulo más glorioso de su historia en esta competición. ¿Por qué? Lo explicamos a continuación.
Portugal logró su mejor colocación en la historia al terminar en el tercer puesto del torneo disputado en Inglaterra en 1966. Hace ni más ni menos que 66 años. El equipo terminó como líder de su grupo al ganar los tres partidos: 3-1 Hungría, 3-0 Bulgaria y 3-1 Brasil. En cuartos de final venció a Corea del Norte 5-3 y fue eliminado en semifinales por el local Inglaterra 1-2. En el juego por el tercer puesto Portugal venció 2-1 a la Unión Soviética, hecho que le situó como tercera mejor selección de aquél año. Sin embargo, más que por el gran papel de Portugal en esa edición, esa copa del Mundo se recordará siempre por la presentación en sociedad de quien terminaría siendo un emblema del fútbol, el delantero Eusebio da Silva Ferreira.
Eusebio, de buena zancada, remate potente, ágil, astuto y poseedor de una increíble velocidad para correr de un lado a otro, fue el máximo goleador con 9 tantos y la figura de ese Mundial, que por cierto ganó Inglaterra tras ganar 4-2 en la final a Alemania.
El partido más recordado del jugador nacido en Mozambique fue ante Corea del Norte, que había derrotado en esa competición a la poderosa Italia. Portugal, que llegó a perder por 3-0, terminó ganando después por 5-3, con cuatro goles de Eusebio y uno de José Augusto.
Desde ese Mundial, Eusebio se convertiría en un jugador legendario y en uno de los mejores de la historia de Portugal. Para muchos, el mejor tras la aparición de Cristiano Ronaldo. En total, jugaría con su selección un total de 64 partidos, en los que anotó 64 goles, lo que da una media de más de un gol cada dos partidos.