Llevamos ya más de una semana de competición en Qatar y el Mundial ya nos ha dejado momentos únicos. Uno de ellos se produjo en el Brasil-Serbia, en el que muchos coinciden en afirmar que se produjo el que ya será el gol del Mundial.
Su autor fue Richarlison, el delantero de Brasil, con un control y un remate acrobático después de la media vuelta. Y si el otro día hablábamos de James, su golazo en Brasil y como esa competición le cambió su carrera, ¿por qué no puede pasar algo similar con el atacante brasileño? Por esto, en este espacio queremos detenernos en ver quien es Richarlison y cuál ha sido su camino hasta llegar aquí. Su historia es de película, y vamos a dejar que sea él quien la cuente con estas declaraciones.
«Mi infancia fue muy pobre. Desde pequeño veía a mis padres trabajando todo el día y todos los meses era difícil tener suficiente dinero para llegar al mínimo. Entonces, trabajé desde chico vendiendo golosinas, helados o café para ayudar en casa y trabajaba en el campo para ayudar a mis padres», explicó el futbolista en una entrevista con el Diario As.
«Vivíamos en una zona pobre y peligrosa de la ciudad (Nova Venecia). Vi muchas cosas malas como drogas, violencia… Fue muy complicado, pero tenía ángeles de la guarda que siempre me llevaron para el camino correcto. De todos modos, muchos amigos de la infancia terminaron en la cárcel, se metieron en el mundo de las drogas e, incluso, algunos murieron».
A todo esto, el actual jugador de los Spurs tuvo que pasar por una situación que lo marcó de por vida: «Volví de la escuela de fútbol con mis amigos y había una persona que pensaba que yo estaba vendiendo drogas en su área. Ahí, me apuntó con la pistola en la cabeza y me amenazó, pero tuve la tranquilidad de explicarle que estaba de camino a mi casa y que no vendía ni consumía drogas. Me quisieron pegar un tiro, pero el fútbol me salvó la vida literalmente. Si bien es más fácil hablar ahora, se trató de algo que marcó mi infancia y me animó a recorrer un camino muy diferente al que terminaron algunos amigos».
A sus 25 años, Richarlison ya es un jugador consolidado en Europa y con su selección, con la que ha conseguido sus dos grandes logros: La Copa América de 2019 y los Juegos Olímpicos de 2020.